La Herencia del Paladar
Allioli, es nuestra salsa por excelencia, es ajo y aceite, siempre fué así y siempre sera así.
Me gustan los cambios, pero hay que mantener el valor de lo nuestro, la identidad de una tierra llena de sabores, contrastes y tradición que ni debemos, ni podemos permitir que desaparezca con nuestros ancestros. La innovación en la mesa es natural pero, “No existe modernidad, sin una buena tradición”.
Muchos de nuestros descendientes desconocen platos con los que hemos crecido, porque en nuestro día a día es difícil mimar la mesa, andamos con prisas y estos platos tan sentimentales requieren de tres ingredientes fundamentales, tiempo, devoción y el “puñao” como unidad de medida. Eran otro tiempos, y debemos saber traerlos cocinados a
el día de hoy. Recuperando y cuidando ingredientes de la tierra, sabores de recuerdos, y dejando que la innovación aporte la presentación y las texturas.
Con estas palabras quisiera invitaros a seguir con nosotros y colaborar, nuestro objetivo… dos líneas de trabajo.
Una, recuperar y transmitir a los nuestros esos momentos que hemos vivido entre fogones, en la mesa, en fiestas patronales, con los nuestros y con amigos, repletos de sensaciones únicas en el buen comer y buen beber.
Y tener el respaldo de todos vosotros para que no desaparezcan de nuestras empresas de restauración todos estos platos con los que hemos crecido. Y sino es así, os pongo un ejemplo para terminar, ¿donde y cuando es la última vez que habéis comido patatas con allioli?, pero las de siempre, no con mayonesa, o con cualquier otra salsa “sin definir”.
Que no se pierda la “herencia del paladar”
No queríamos despedir esta entrada sin hacer referencia a este bello mural de Gastón Castelló, en el que se puede apreciar la diversidad de productos tan importantes que tiene nuestra provincia y que tantos buenos platos nos han hecho saborear.